miércoles, 22 de mayo de 2013

Intimibox


miércoles, 10 de octubre de 2012

El afinador, comic porno



Mariano D'Elia es de profesión afinador, y en cada una de las aventuras que componen este tomo del que hablamos, el intenta siempre afinar algún piano, lo que pasa es que las circunstancias hacen que, al final, le resulte casi imposible cumplir con su labor. 

Y es que, os lo creáis o no, cada vez que Mariano acude a una casa o un establecimiento, no se sabe como pero acaba siempre follando. Ya sea en un circo, en una mansión, en una discoteca o en un teatro, el pobre Mariano lo único que quiere es es sacar sus herramientas y afinar el instrumento, y aunque al final lo consigue, no siempre es el instrumento adecuado.



El afinador es el segundo tomo que La Cúpula edita bajo esl sello Kiss Comix, una recopilación en tapa dura, en formato de lujo, de las historias que de el personaje aparecieron en la revista Kiss Comix
Ignacio Noé, el autor, es una mala bestia del dibujo, que realiza unas increíbles y espectaculares mujeres, pero que no descuida ningún detalle, y que hace un estupendo trabajo con las ambientaciones, lo que le da variedad al asunto. Otra gran baza es el color, muy personal y que le da "vidilla" a las historias, así como el uso de las tramas, siempre acertadas y que aportan un toque original.



¿Y en lo que respecta al guión qué? ¿Culos, tetas, penes, felaciones etc.? Sí, claro, que estamos hablando de un cómic erótico, pero también mucho humor, ya que se nota que Noé se esfuerza por ofrecernos una historia, un gag de 8 páginas donde, por supuesto, se folla, sí, pero siempre con con un trasfondo que nos hará sonreír.

Vía Blog de Comics

martes, 28 de septiembre de 2010

domingo, 18 de julio de 2010

'Bagdad', 35 años de la meca del porno español

 
 
Serpientes que se sumergen en lugares prohibidos, vaginas mágicas, penes que disparan flechas, porno, erotismo... Barcelona es conocida mundialmente por la Sagrada Familia, por la Pedrera y, por qué no decirlo, también por la decana sala Bagdad, uno de los templos del porno en vivo en nuestro país y referencia en Europa. 
 
Icono de la España de charanga y pandereta de los 50 y 60, mientras el dictador agonizaba en la cama de un hospital, el Bagdad se transformó en una sala de espectáculos de variedades, convirtiéndose en un lugar mítico y clave para entender los cambios de mentalidad que se produjeron en la sociedad a partir de la muerte de Franco. Desde entonces, por su escenario, situado en pleno barrio chino, donde prostitutas, chaperos, travestis y yonkis hicieron del viejo Raval un pequeño Hamburgo, ha pasado lo más granado del porno mundial, como Rocco Siffredi o Cicciolina.
Juani de Lucía, alma máter de la sala, recuerda los inicios. «Hacíamos espectáculos de sexo explícito y estos shows tuvieron una gran acogida; las colas para entrar a verlos daban la vuelta a la manzana, las filas de personas eran interminables», rememora la propietaria.
 
Su éxito reside en que la gente salga «impresionada». Y de esta forma y no de otra abandonaban los clientes el local tras ver a Kumar, fakir que trabajó durante 14 años en el Bagdad, y que en su actuación se colgaba en su pene una campana de 30 kilos. «Para conseguirlo se lo atravesaba con un estilete y se colgaba la campana», apunta Juani. Otro de los más recordados es Holly One, un hombre que medía un metro de altura y al que le apodaban 3 piernas (no es preciso explicar por qué). «Actuaba siempre con chicas impresionantes, pero siempre exigía que midieran más de 1,75 metros», señala De Lucía. 
 
Baby Pin Up es una de las míticas que sigue hoy en día sorprendiendo por sus curiosidades. Acróbata vaginal, se saca de su órgano sexual 150 metros de perlas, 200 metros de banderas, enciende bombillas y expulsa agua con su vagina. «Tiene una vulva mágica, hasta escribe, firma autógrafos y dibuja con ella», dice Juani, que añade que otra de las claves del éxito del Bagdad se encuentra en la complicidad con los espectadores. «Solicitamos muy a menudo la colaboración del público», mantiene. De ahí el papel estelar que Lita Lara juega en el pequeño mundo del local. «Gran vedette de revistas, recicló sus shows y aún ostenta el récord de 22 clientes juntos en el escenario, todos desnudos a la vez para efectuarles una felación». En cualquier caso, De Lucía cree que el personaje más representativo de los 35 años de historia del local ha sido Nacho Vidal. Actor porno de éxito internacional, el barcelonés se inició en el género en la sala de Nou de la Rambla, esquina Paralelo. 
 
 
Más mujeres en el público
Desde el Bagdad ven que el sector del porno ha cambiado un mundo en 35 años. «Antes la gente no había visto nunca un espectáculo de sexo en vivo, y hoy en día por internet y en cualquier lugar, encuentras de todo». Pese a ello, creen que los espectáculos en vivo «no morirán nunca». «Hay que reciclarse y presentarlos de forma distinta». Entre estos cambios, según De Lucía, está el papel de la mujer en el negocio. «Antes no tenía ni voz ni voto y hoy en día es una parte importante del público que hay que tener en cuenta al presentar un espectáculo. Tenemos que cuidar mucho la puesta en escena». De ahí la necesidad de que además de sorprender, los personajes sean mediáticos. Como el televisivo Dinio, que trabaja de pareja porno con su novia Miss Ourense; su hermano gemelo Rafa; Sabrina, la argentina con los mayores pechos del mundo; o Carmen Snake, que realiza su espectáculo con dos grandes serpientes pitón. Siempre lo mejor del mercado, subraya De Lucía, porque como ella dice «el Bagdad es la cuna, la madre... si para un futbolista su meta es jugar en el Barça, para el que se dedica al sexo y al erotismo, esa meta está en el Bagdad». Por eso son ambiciosos: prevén abrir una sucursal en Madrid, crear un canal de televisión propio y protagonizar un docushow en la cadena Cuatro para que la meca del porno siga estando en Bagdad.
 

viernes, 18 de junio de 2010

jueves, 17 de junio de 2010

Reseñas de Libros Eróticos en Analitico.es

Enlaces de libros de caracter erótico que he reseñado en analitico.es

- Erotic Dream Girls
- Nylon Girls 

miércoles, 16 de junio de 2010

Pornotopía

Pornotopía
Beatriz Preciado
 
Editorial: EDITORIAL ANAGRAMA, S.A.
ISBN: 978-84-339-6312-3
Nº de páginas: 236
Lugar y año de edición: BARCELONA 2010
Formato: TAPA BLANDA
Tipo de edición: Bolsillo
Colección: Argumentos, 413
Idioma: Castellano


Sinopsis
En plena guerra fría, el joven Hugh Hefner crea la que pronto se convertiría en la revista para adultos más vendida del mundo: Playboy. Lo que el público desconoce  es su pionera labor como artífice de las casas del placer: Playboy no era simplemente una revista de chicas con o sin bikini, sino un vasto proyecto arquitectónico- mediático que tenía como objetivo desplazar la casa heterosexual como núcleo de consumo y reproducción proponiendo frente a ésta nuevos espacios destinados a la producción de placer y de capital. 
Ésta podría ser la divisa de Playboy: si quieres cambiar a un hombre, modifica su apartamento. De la misma manera que la sociedad ilustrada creyó que la celda individual podía ser un enclave de reconstrucción del alma criminal, Playboy confió a la mansión de soltero la fabricación del nuevo hombre moderno.

Este ensayo nos adentra en el archipiélago Playboy: un Disneyland para adultos hecho de mansiones, camas redondas, grutas tropicales, habitaciones temáticas, circuitos de vigilancia, piscinas transparentes, residencias de conejitas, aviones equipados con pista de baile y termas romanas... Este complejo, inspirado en las utopías sexuales revolucionarias de Sade y Ledoux, funciona como el primer burdel multimedia de la historia, una pornotopía moderna instalada en la cultura de los medios de comunicación de masas y en la arquitectura del espectáculo. El archipiélago Playboy sirve de laboratorio para estudiar las mutaciones que van desde la guerra fría hasta un capitalismo caliente cuyos medios de producción son el sexo, las drogas y la información, y donde la arquitectura funciona como un escenario en el que se teatraliza la identidad masculina.

Beatriz Preciado
Beatriz Preciado (Burgos, 1970) es filósofa. Premio extraordinario fin de carrera y becaria Fulbright, estudió primero filosofía y teoría del género en la New School for Social Research de Nueva York, donde fue alumna de Jacques Derrida y Agnes Heller, y después en Princeton University, donde se doctora en filosofía y teoría de la arquitectura. Colabora en la emergencia de la teoría queer en Francia, y forma parte del grupo de escritores de «Le Rayon Gay», una colección dirigida por Guillaume Dustan que marcará un giro político y literario en el contexto europeo. Publica entonces su primer libro, Manifieste Contra-Sexuel (Balland, 2000), aclamado por la crítica francesa como el libro rojo de la teoría queer y traducido después a cinco idiomas.

Es también autora de Testo Yonqui (Espasa Calpe, 2008) y Terror Anal (epílogo a El deseo homosexual de Guy Hocquenghem, Melusina, 2009), así como de numerosos ensayos en revistas como Multitudes o Parallax. Actualmente enseña historia política del cuerpo y teoría queer en el Programa de Estudios Independientes del MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) y en la Universidad Paris VIII.

jueves, 13 de mayo de 2010

Maravilla en el País de las Alicias (Antonio Altarriba)


Una mujer bella e inteligente como Penélope, ¿permaneció fiel a Ulises durante tantos años pese al acoso de sus cien jóvenes pretendientes, o se dejó arrastrar por la tentación? Sabemos cómo transcurrían las noches de Sherezade, pero ¿con qué experiencias nutría la ficción de sus mil y una historias? Con respecto al doctor Frankenstein, ¿tenía tendencias necrófilas, o compensaba la melancolía de su morboso experimento con la carnalidad mucho más viva de otros placeres? Y la joven Alicia, ¿pervivió su mundo maravilloso cuando se hizo adulta?, ¿qué  prodigios le aguardaban al otro lado del espejo cuando la sensualidad se infiltró en su cuerpo?

martes, 11 de mayo de 2010

Cuerpos Entretejidos, de Antonio Altarriba

Cuerpos entretejidos

Altarriba, Antonio

NARRATIVA ERÓTICA (F). Novela
Marzo 1996
La Sonrisa Vertical SV 97

ISBN: 978-84-7223-969-2
184 pág.
10,58 € (IVA no incluido)

SINOPSIS
Cuerpos entretejidos, de Antonio Altarriba, quedó finalista en el XVIII Premio La sonrisa vertical en enero de 1996.

El jurado recomendó muy especialmente la publicación de Cuerpos entretejidos, impresionado por la capacidad imaginativa del autor. La verdad es que cualquier lector se dejará fácilmente conducir a través de los tiempos por distintas culturas y diferentes maneras de concebir y vivir el sexo.

Estas cinco historias, entretejidas en la sensualidad de las telas al uso en el período en que se desarrollan, nos trasladan, envueltos en la fina seda, desde fabulosos y licenciosos palacios de Oriente, donde todo parece permitido, hasta, ceñidos en fibra sintética, la más actual y dura realidad virtual, donde el sexo se enmarca en la ficción programada. Entre un tiempo y otro, arropados en lino pasamos por los extraños y rudos rituales del Africa más profunda ; envueltos en el suave terciopelo, por los perversos amores letales en la Italia del Renacimiento, y rodeados del vaporoso tul, por una exposición universal en un Estados Unidos decimónico, donde la idea de progreso alienta los ánimos con la misma luz que enciende los cuerpos.

Cuerpos entretejidos parece concebido para desencadenar, por contagio, la imaginación del lector, cuyas más incontroladas fantasías se verán enardecidas, y podrá volar adonde mejor le plazca, animado por la hábil facultad de Altarriba para hacerle visualizar cualquier ensoñación erótica, donde y cuando quiera que se prenda la llama del sexo.

martes, 20 de abril de 2010

Alan Moore habla de pornografía

El artículo se llama "La Venus del Cenagal contra los anillos de pene Nazis" (Algunos pensamientos sobre la pornografía). 
Podéis encontrar su traducción al español en el blog Frog 2000.


jueves, 11 de febrero de 2010

69 historias de deseo



El volumen que recoge estas obras de arte, bajo el subtítulo de “Un museo del imaginario erótico” (Editorial Electa), encadena con una edición exquisita una retahíla de escenas que se mueven entre dos polos complementarios y opuestos a la vez: enseñar y ocultar, pero siempre con el deleite visual como motivo principal. Aunque hay obras de todas las épocas, el autor ha huido del corsé de una cronología férrea, además de incorporar obras de distintos géneros (hay escenas religiosas y profanas) y soportes, desde lienzos hasta fotografías, pasando por grabados, esculturas y cerámicas, que muestran la inspiración constante en la pasión por disfrutar del cuerpo humano. Cada imagen, muchas veces maquetadas a sangre, va acompañada de un pequeño texto.

El autor elige para comenzar una vasija griega del siglo VI a.C., en la que se representa una explícita orgía con sexo oral y anal entre hombres. Luego se hace una pregunta: “¿Gozaban los griegos y romanos de más libertad sexual que nosotros?", para, a continuación desmontar el mito que se crea en la mente al observar los órganos genitales sin tapujos. No obstante, en Roma no estaban mal vistas las relaciones homosexuales, aunque se criticaba el papel “pasivo” de tales relaciones, como mostraba Catulo en algunos de sus poemas. Para apreciar esa pasión por el sexo del mundo romano no hay más que darse un paseo por los frescos del lupanar de Pompeya. De los pompeyanos el autor ha escogido una Invocación a Príapo (79 a.C), hijo fruto de una juerga entre Dioniso y Afrodita, que atraía la buena suerte con su enorme falo en constante erección, “símbolo de fecundidad”, y sonrisa bonachona. Este tipo de obras muchas veces solamente lo podían ver algunos privilegiados, como la escultura del dios Pan copulando con una cabra (79 a.C), que se encuentra en el “gabinete secreto” del Museo Arqueológico de Nápoles, con obras que siempre han alentado la imaginación y el deseo por conocer “lo prohibido”.


Del infierno de El Bosco al "baño turco" de Ingres
Tras el triunfo del cristianismo, los dioses paganos siguieron dando rienda suelta, a hurtadillas, a sus pasiones desenfrenadas, pero tuvieron que esperar un tiempo para su destape. En Les larmes d´ Éros, George Bataille, libro inspirador de la reciente exposición sobre el erotismo del Museo Thyssen, escribió: “La Edad Media puso en su lugar al erotismo en la pintura: ¡lo relegó al infierno!”. Y en el infierno continúa en El Jardín de las Delicias (1517), inmenso tríptico de El Bosco, que detalla todo un repertorio de “perversiones” como para perderse buscándolos todos con miradas indiscretas en el Museo del Prado. Salvador Dalí bebió directamente de esta fuente inagotable de inspiración y parece ser que también el autor del libro, puesto que no escatima en detalles.


En el Renacimiento vuelve la exaltación del cuerpo humano en todo su esplendor. Los poderosos cuerpos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, cuyos atributos estuvieron tapados mucho tiempo, son buena muestra de ello. Y, después, en el Barroco la voluptuosidad se desboca: los estímulos visuales de las poderosas carnes de Rubens pueden acompañar perfectamente a la fascinante Venus del espejo(1651) de Velázquez. Una leyenda cuenta que Felipe III le espetó al pintor: “Esto es pecado”, a lo que el sevillano le respondió: “Es arte. Si ve pecado quizá el pecado esté en sus ojos y no en el cuadro”. Poco a poco el erotismo se fue refinando, con un gusto representado en el libro por obras de François Boucher y Jean-Honoré Fragonard. No obstante, de esa época destacamos, por “raro”, el dibujo de Jean-Jacques Lequeu, "Y nosotras también seremos madres, porque...” (1793), que muestra una monja descubriendo un pecho. Una imagen que, según el autor, “deriva del afán cristiano de convertir en tabú todo deseo sexual”. Amén.


El cuerpo femenino, "ese pecado"
Y luego llega el “bendito” siglo XIX, que en el libro cuenta con un buen repertorio de imágenes, como El baño turco (1865) de Ingres, todo un repertorio de desnudos femeninos en un lienzo con forma ovalada, que nos remite a las fantasías placenteras del “voyeur”. Este siglo elevó a la mujer a los altares del erotismo: no hay más que recordar a la Olimpia de Manet, una meretriz que mira desafiante al cuadro, o los cuadros del Simbolismo, que ofrecieron una visión de la mujer como “portadora del mal” (del pecado). Los ojos viciados de la historia del arte muchas veces la han mostrado como una femme fatale, “peligrosa y atractiva por ser libre”, como afirma Erika Bornay en su obra "Las hijas de Lilith". El libro de Traimond recoge alguna obra de dos autores que rellenaron cuadernos y cuadernos con multitud de escenas eróticas y sexuales, como Felicien Rops o Aubrey Beardsley. También al alemán Franz von Stuck le “encantaba representar la ecuación cristiana ‘pecado=sexo=falo=serpiente’".  No obstante, la escena más impactante de esta época es el primer plano, realista e impresionante, de la vagina que realiza Gustav Courbet, que titula El origen del mundo (1866). Aunque también en el libro se recogen escenas menos explícitas y con una sensualidad más delicada, como una de Gustav Klimt o algunas escenas de los pintores prerrafaelitas ingleses.


El erotismo del siglo pasado
En el siglo XX, el siglo en el que la mitología acabó desapareciendo como motivo clave de la creación artística, algunos autores como Picasso siguieron reinterpretando las andanzas amorosas de personajes mitológicos, como Dora y el minotauro (1936), una exquisita reinterpretación del momento en el que el poderoso minotauro aborda a la frágil Dora: lo pinta sin sexo. Como afirma el autor “En la España de la época, el sexo rebaja al hombre al rango del animal, la virilidad del hombre se ve constantemente comparada a la del toro. Si el hombre, en tanto que macho, debe ascender hasta el toro, en tanto que católico no puede rebajarse hasta el toro”.


También tiene un hueco el mundo "misterioso" de Balthus (La habitación, 1942) pintor al que se le criticó la inclusión de mujeres jóvenes en sus lienzos, al más puro estilo de la "Lolita" de Nabokov, algolo que Molina Foix calificó de "el culto misterioso de las niñas". El pintor afirmó, al estilo de la respuesta de Velázquez, "las niñas para mí son sencillamente ángeles y en tal sentido su inocente impudor propio de la infancia. Lo morboso se encuentra en otro lado". Balthus buscaba la pureza en su obra.


En “69 historias de deseo” también tiene cabida la experiencia dadaísta de Duchamp, los equívocos surreales de René Magritte, el Pop Art de Tom Wesselmann e incluso una pequeña parada por el cómic japonés (sin tener en cuenta los cómics pornográficos). Y hay hueco para la abstracción, aunque Georgia O´Keeffe siempre ha negado que “pintara flores clítorídeas, acantilados vaginales y meandros peniales” (es decir, una geografía genital), según el autor. Por otra parte, Traimond no ha dejado de lado las escenas de sexo entre mujeres como la exposición del Thyssen, además de alguna otra escena homosexual, curiosamente mitológica: La muerte de Jacinto, el único hombre entre el inmenso harén del dios Zeus.  Y sobre el erotismo transexual, habla sobre una obra de Pierre Molinier, El Chaman (1970). En definitiva, lejos de la anécdota sexual del título, la obra es un paseo visual muy evocador e imprescindible por el arte erótico occidental.

Fuente: Terra